La fama de una popular bebida amenaza a toda una especie animal en México

Al tomar un trago de mezcal, una bebida alcohólica tradicional mexicana de la que se producen 12 millones de litros al año, impera su sabor aromático y cítrico. Sin embargo, detrás de este deleite para el paladar existe un peligro que podría alterar el equilibrio ambiental y hacer que la planta con la que se produce ese destilado desaparezca.

Los murciélagos mayagueros dependen del néctar en las flores del agave, la planta de donde proviene el mezcal, para su alimentación. No obstante, el uso descontrolado de esta suculenta de origen americano para la elaboración del destilado ha puesto encendido las alertas entre conservacionistas y productores.

El mamífero volador Leptonycteris yerbabuenae durante millones de años, explica Ciencia UNAM, transporta el polen de las flores de agave de unas plantas a otras, por lo que poliniza gran variedad y cantidad de generaciones de la suculenta de la que se obtienen tanto el mezcal como el popular tequila. 

Un peligro compartido

Este animal de 28 gramos, según Mimus, cada año vuela 1.207 kilómetros desde el centro de México hasta la frontera con EE.UU. para buscar agaves florecientes. Su presencia es vital para que ocurra la polinización cruzada de la planta de agave.

En esta relación simbiótica, estas suculentas evolucionaron para que su elixir salga en la noche y así atraer a los mamíferos voladores.

Una vez que los agaves florecen, se van secando hasta morir. Por eso, los productores impiden que la planta llegue a ese momento, que forma parte de su ciclo.

En México hay 138 especies de murciélagos, el Leptonycteris yerbabuenae y el Leptonycteris nivalis son los principales polinizadores del agave, según una infografía de Ciencia UNAM.

La importancia de un murciélago

Para obtener el mezcal, la cosecha del agave debe hacerse antes de la floración de la planta para garantizar que sus piñas tengan altos índices de azúcar, recoge la Revista Colombiana de Biotecnología. Al no haber flores, los murciélagos no pueden obtener su alimento ni transportar consigo el polen, por lo que corren el riesgo de extinguirse.

"Y es que, en este intrincado proceso, estos singulares mamíferos desempeñan un papel crucial", dice el investigador Rodrigo Antonio Medellín Legorreta, según la revista UNAM Global.

En la revista Ciencias, se afirma que en México "los agaves han tenido y tie­nen una gran importancia econó­­mi­ca y cultural para numerosos pueblos in­dí­genas y mestizos, que los han aprovechado durante siglos ­como fuen­­te de alimento, bebida, medicina, combus­tible, cobijo, ornato, fibras duras ex­traí­das de las hojas (ixtle), abono, construc­ción de viviendas y ela­bo­ración de imple­men­tos agrícolas, entre otros usos".

'Bat Friendly'

Frente al peligro para la reproducción del agave como para la alimentación de los murciélagos, varias organizaciones de defensa de los derechos ambientales han propuesto estrategias para mitigar el daño ocasionado por la rápida industrialización de la producción de la planta, a través de clones.

Aunque se puede producir agave por clones provenientes de la planta madre, la polinización cruzada es necesaria para obtener diversidad genética. Esto hace que la planta pueda adaptarse a otros espacios con condiciones climáticas y metereológicas extremas y resista a enfermedades y plagas, refiere The Guardian.

Desde 1994, el investigador Medellín Legorreta ha estado en conversaciones con productores para hablarles de la relación agave-murciélago. Hasta el momento ha logrado que 5 % de las suculentas que se cultivan puedan florecer, para que ocurra su polinización a través de los mamíferos voladores. Así, se han integrado al mercado botellas de tequila y de mezcal 'bat friendly' para poner sobre la mesa la necesidad de la preservación de estas especies.

Otros investigadores, por su parte, han propuesto la fórmula de permitir que de un grupo de cien agaves, de dos a cuatro puedan florecer, para permitir que el proceso natural siga su curso.