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La Bolsa de Metales de Londres decide no prohibir los suministros rusos
Anteriormente, la entidad realizó una encuesta sobre el tema entre los participantes del mercado que concluyó que vetar los metales provenientes de Rusia sería un proceso "demasiado difícil".
La Bolsa de Metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés) anunció este viernes su decisión de no imponer una prohibición a los suministros de metales rusos.
Anteriormente, la LME había solicitado a los participantes del mercado su opinión sobre el tema. El período de debate estuvo abierto durante tres semanas y finalizó el 28 de octubre.
"Como la LME ha declarado anteriormente, su fuerte preferencia es por las decisiones sobre la aceptabilidad del metal de Rusia", indica el documento. "La LME también ha expresado su posición de que la bolsa no debe hacer ni imponer juicios éticos sobre el mercado más amplio", agrega.
No obstante, una pequeña parte de los encuestados optó por autosancionarse debido a razones éticas, calificando de "impensable" el comerciar con metal ruso. Por otro lado, la encuesta concluyó que prohibir los suministros rusos sería un proceso demasiado difícil de realizar.
"Los comentarios [de los participantes del mercado] mostraron claramente que las restricciones de suministro serían demasiado difíciles de implementar", dice el comunicado. "Por lo tanto, la LME mantendrá el 'statu quo' con respecto al metal ruso", añade.
"La LME todavía cree que no debería tomar decisiones éticas unilaterales de este tipo [...]. La LME reconoce que no todos los participantes del mercado estarán de acuerdo con este punto de vista, pero la posición de la LME al respecto se mantiene invariable", enfatizó la bolsa.
La entidad también señaló que la cantidad de metal ruso en los almacenes podría incluso aumentar en un futuro próximo.
"Una amenaza inminente y vital" para la industria europea
En septiembre, un grupo de nueve gigantes de la siderurgia europea se pronunció colectivamente en contra de la posible imposición de sanciones a los materiales de acero semifabricados procedentes de Rusia.
Históricamente, el 80 % del acero semiacabado importado por la UE procede de Rusia y Ucrania. Las empresas de relaminado de metal afirman que no hay alternativa a las provisiones rusas, ya que las fábricas europeas y los productores de terceros países, como Irán o algunos Estados americanos, no pueden garantizar un suministro estable.
Asimismo, en octubre, cinco asociaciones industriales europeas pidieron a la Unión Europea (UE) que no decrete restricciones contra el aluminio suministrado desde Rusia. En una carta enviada a las autoridades del bloque comunitario, solicitaron "la intervención urgente de la Comisión Europea y de los Estados miembros de la UE contra las amenazas de prohibiciones, aranceles elevados o sanciones" al metal ruso. Según alegaron, este tipo de medidas representaría "una amenaza inminente y vital" para la industria europea del aluminio.
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