La tuberculosis en EE.UU. alcanza su mayor pico en una década
Los casos de tuberculosis han vuelto a aumentar en Estados Unidos y el año pasado alcanzaron su mayor número desde 2013, informaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
En su Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad, publicado el pasado 28 de marzo, el organismo indicó que en 2023 se registraron 9.615 casos de la enfermedad, es decir, un 16 % más en comparación con el 2022. "El recuento de casos a nivel nacional aumentó en todos los grupos de edad y entre personas nacidas y no nacidas en EE.UU.", subraya el documento.
Las tasas de tuberculosis en 2023 fueron más altas entre las personas no nacidas en EE.UU., refiriéndose a "nativos de Hawái u otras islas del Pacífico, indios americanos o nativos de Alaska, o negros" que nacieron en otros países, añaden los CDC.
Si bien esta dolencia infecciosa, causada por la bacteria 'Mycobacterium tuberculosis', ha presentado un aumento anual en la nación norteamericana desde 2020, no es una amenaza grave para sus habitantes, ya que el riesgo de contagio actualmente es mínimo. El informe señala que cerca del 85 % de los casos se atribuye a la reactivación de la bacteria en personas que la han portado por mucho tiempo (tuberculosis latente) y no a infecciones recientemente adquiridas. Asimismo, el riesgo de brotes sostenidos es "poco común".
Acabar con la tuberculosis para 2035
Los datos de vigilancia muestran que el número y las tasas de casos de tuberculosis han aumentado desde la pandemia de covid-19. No obstante, EE.UU. continúa manteniendo una de las tasas de incidencia más bajas del mundo. Gracias a los esfuerzos de los departamentos de salud y de los CDC, durante 27 años se lograron disminuir los casos. En 2020 se presentó una caída sustancial en los números (7.171), causada principalmente por la llegada de la pandemia de covid-19. Ahora, el objetivo es eliminar la enfermedad —es decir, llevarla a menos de un caso por millón de habitantes— para 2035.
Para este propósito, es necesario realizar pruebas de tuberculosis entre las poblaciones en riesgo y tratar a los pacientes con infecciones latentes. Asimismo, es indispensable enfatizar en la detección temprana y el inicio de un tratamiento eficaz con prontitud para prevenir la transmisión y reducir la morbilidad. La identificación de todas las personas expuestas a la bacteria y su posterior evaluación también son necesarias.
El pasado 24 de marzo, Día Mundial de la Tuberculosis, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió de que esta sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más letales a nivel global. En 2022, 10,6 millones de personas la contrajeron y 1,3 millones murieron. No obstante, gracias a los esfuerzos mundiales, 75 millones de vidas han sido salvadas desde el año 2000. "En 2022, más de 7,5 millones de personas con tuberculosis recibieron acceso al diagnóstico y el tratamiento, lo que representa la cifra más alta desde que comenzamos el monitoreo, hace casi 30 años", dijo el organismo.