China y Filipinas intercambian acusaciones en torno a un arrecife en disputa
Un intercambio de acusaciones entre las guardias costeras de China y de Filipinas reflejó este lunes la creciente tensión entre ambos países por los archipiélagos del mar de la China Meridional y las aguas en disputa por parte de ambos países.
El foco de la discordia fue esta vez el arrecife Houteng (conocido en Filipinas como Rozul), parte del disputado archipiélago Nansha, o islas Spratly, donde varias embarcaciones filipinas "se reunieron ilegalmente", según la versión de Pekín, "bajo la apariencia" de barcos pesqueros. Los tripulantes desoyeron las advertencias de los guardacostas y estos tomaron ciertas "medidas de gestión y control necesarias" de conformidad con la ley, según las valoraciones del portavoz del servicio, Liu Dejun.
El comunicado que emitió la Guardia Costera china incluyó una advertencia contra las "provocaciones" y la incitación a la propaganda, por parte de Manila, y acusó a la contraparte de llevar al lugar a "reporteros de los medios de comunicación para posar en fotos y hacer propaganda". Pekín insistió, además, en que tiene soberanía indiscutible sobre las islas en cuestión.
Rozul Reef is situated within the Philippines’ Exclusive Economic Zone, roughly 138 nautical miles from the nearest coastline of Palawan. As a signatory of UNCLOS, the People’s Republic of China should be fully aware of the distances that define maritime zones in relation to a… https://t.co/KvBU5BArlgpic.twitter.com/I0BZm78MrM
— Jay Tarriela (@jaytaryela) December 2, 2024
Por su parte, el portavoz del respectivo servicio filipino, Jay Tarriela, sostuvo que dos barcos de sus guardacostas fueron enviados al arrecife de Rozul para proteger a pescadores filipinos que operan allí. El despliegue habría sido una respuesta ante las imágenes de video de un barco pesquero acosado por un helicóptero de la Armada del Ejército de Liberación Popular chino, difundidas en las redes el 28 de noviembre.