
Los secretos de la discoteca que colapsó en República Dominicana

Antonio Espaillat, gerente del club nocturno 'Jet Set', en Santo Domingo, República Dominicana, y cuyo techo se desplomó el pasado 8 de abril durante un concierto de merengue del cantante Rubby Pérez, y que dejó un saldo mortal de 238 víctimas, entre ellas el artista, habló por primera vez con la prensa de su país en una entrevista exclusiva al medio local Telesistema.
En un programa especial del noticiero El Día transmitido el miércoles, Espaillat, quien es propietario de la empresa junto con su madre, Ana Grecia López, fundadora del sitio hace 30 años tras comprar la edificación a sus antiguos dueños, dio detalles sobre la estructura del club y dijo que la noche que ocurrió el desastre, él estaba en Las Vegas, EE.UU., participando en una feria de televisión, radio y telecomunicaciones.
Esa noche, cerca de las 10:30 horas en Las Vegas, 1:30 de la madrugada en Dominicana, recibió una llamada de su hermana, quien se encontraba en el local como de costumbre, para notificarle bajo los escombros de la edificación, que había escuchado una explosión y de inmediato el techo de desplomó.
“Antonio, tenemos una desgracia. Se ha escuchado una explosión y se desplomó el techo”, fue el mensaje desesperado que recibió Espaillat. Más sigue @reconocidos pic.twitter.com/qNMtoh4N6Q
— RECONOCIDOS.NET (@Reconocidosnet) April 23, 2025
Espaillat comentó que enseguida tomó sus cosas, salió del hotel y tomó un vuelo a Dominicana con escala en Atlanta, cerca de las 12:30 de la medianoche. Para ese momento, nadie sabía que había pasado ni siquiera si existían personas fallecidas, su propia hermana junto a otros amigos y trabajadores del lugar que conocía, se encontraban sepultados.
Finalmente, Espaillat llegó a Santo Domingo a las 3:30 de la tarde. "Fui directo a mi oficina, estaba mi familia, amigos, para que me informaran qué había pasado. Ya estaba muy avanzado todo", comentó el empresario, quien agregó que en ese momento le recomendaron no ir hasta el sitio del suceso porque su seguridad personal estaba comprometida porque los ánimos de los familiares de las víctimas estaban caldeados.
Para Espaillat lo que sucedió en el Jet Set fue algo inesperado, sorpresivo, porque a pesar de los constantes arreglos al lugar, como la impermeabilización del techo y los cambios continuos al plafón de yeso, nunca notaron daños en la infraestructura que fueses graves o que llamaran la atención.
Nunca se examinó el techo
El empresario comentó que durante los 30 años que tienen ellos frente al local, el techo nunca fue revisado exhaustivamente por algún experto en el área o por las autoridades correspondientes. La estructura, dijo, siempre estuvo cargada de seis aires acondicionados y unos tanques de agua para suministrar al negocios, debido a que en la zona había fallas del servicio.
Además, indicó que los aires acondicionados estaban cubiertos con techos de aluzinc para disminuir el impacto del aire con salitre que daña y corroe los equipos, debido a la cercanía del local con el mar. "Nunca se verificó la estructura en sí", expresó Espaillat, quien agregó que cuando su madre compró la edificación, esta tenía filtraciones de agua pero que nunca fueron mencionadas como graves.
"No había la costumbre de hacer esas revisiones en el país", expresó el empresario con respecto a que la estructura del techo y del local no fue revisada en profundidad porque nunca notaron alguna falla que causara alarma. "El primero que quiere saber lo que pasó soy yo", dijo Espaillat, quien recordó que él, su madre, su hermana y el resto de su familia y amigos siempre asistían a los conciertos y que ese día, incluso, él pudo ser una de las víctimas, por lo que no hubiese permitido un descuido para la estabilidad de ese lugar.

Sin embargo, Espaillat señaló que el techo de plafón siempre daba problemas porque luego de un tiempo era afectado por las filtraciones de agua de los aires acondicionados cuando estos se condensaban producto del uso o cuando se tapaban los drenajes, lo que ocasionaba que se rompiera constantemente desde su fundación.
"Teníamos el techo en plafón de yeso y siempre se nos caían (...) por eso el polvillo blanco (...) cosas normales de aires acondicionados que no nos dábamos cuenta porque los plafones de yeso no se abomban, sino que absorben toda el agua, el yeso se pone pesado y cae. Esas caídas siempre ocurrieron en 30 años, siempre comprábamos plafones y el mismo día de la actividad se cambiaron plafones, siempre se cambiaban", agregó.
Por tal motivo, agregó el gerente, ellos nunca pensaron que en el local hubiese una "filtración más seria" porque impermeabilizan el techo, entre cada 6 u 8 años. Sin embargo, admitió que en el tiempo que duró de pie el local, nadie nunca examinó el techo en detalle ni tampoco se evaluó si hubo un problema de filtración de agua que afectara seriamente la estructura.
"Un dolor muy grande"
Espaillat señaló que actualmente siente "un dolor muy grande" por la tragedia, además de lamentar "en el alma todas las pérdidas" de vidas en el desastre. "Nunca hubiera querido que esto pasara, jamás. Yo, desde que esto pasó, no he tenido vida. Yo mismo quiero saber qué pasó, el primer interesado en saber qué pasó soy yo. El jet set era la vida de nuestra familia".
Espaillat comentó ha logrado hablar con familiares de empleados y de víctimas que se le han acercado y le han manifestado que no procederán legalmente contra él, como sí lo han hecho otras familias de fallecidos que lo demandaron junto a su madre por homicidio involuntario, así como también al Estado dominicano y al Ayuntamiento del Distrito Nacional.
🗣️¡Si lo hubiese podido evitar, habría hecho todo lo posible para que así fuera!😞El empresario Antonio Espaillat, indicó que si hubiese tenido la oportunidad de evitar la tragedia en la discoteca @JetSetClubRD habría hecho todo lo posible para que así fuera.“Mi hermana… pic.twitter.com/0kZQ75XBVU
— El Nuevo Diario (@elnuevodiariord) April 23, 2025
El propietario del local prometió que enfrentará la situación. "No me voy a ir a ningún sitio, y todo lo que esté a mi alcance, y lo que pueda hacer lo voy a hacer", agregó Espaillat, quien comentó que se ha hecho cargo de los seis empleados que fallecieron junto con sus familias.
El empresario también comentó que el sonido del local no dependía del techo y que solo algunas cornetas, las más livianas estaban pegadas a las paredes. Los bajos, que son los más pesados estaban en el piso y otras bocinas grandes iban colgadas a la tarima. "Siempre contratamos ingenieros expertos en el área", dijo.
Al ser consultado si el hecho se produjo por un accidente o quizás por un atentado criminal, Espaillat señaló que por eso él quiere saber qué pasó esa noche. "Yo no puedo decir que fue una cosa u otra, yo quiero esperar el peritaje, que es el único que puede decir qué pasó", comentó, tras afirmar que su equipo legal está evaluando si realizar una investigación independiente a la que realizan las autoridades.
"Rubby era mi amigo"
Espaillat también se refirió a la muerte del cantante Rubby Pérez, quien estaba en pleno concierto cuando el techo se desplomó. Al respecto dijo que el artista era "un amigo de muchos años", y que su muerte le ha causado "muchísimo dolor".
"Rubby era mi amigo (...) Perdí un amigo", indicó, mientras comentó que entiende a su hija, quien logró salir con vida del lugar y a la familia, quienes han dicho que procederán judicialmente contra los propietarios del Jet Set.
Entre tanto, Espaillat informó que el club tenía un seguro que "cubría todo lo que nuestros aseguradores nos recomendaron", entre ellos, casos de incendio, seguridad de personas, terremotos, entre otros accidentes.
Sin embargo, dijo que no estaba seguro si la compañía aseguradora evalúo la condición del techo, aunque el cuerpo de bomberos siempre chequeaba el sitio, además de otras instituciones estatales vinculadas al sector laboral y sanitario.
"Yo siempre estuve ahí, siempre sentí la responsabilidad de estar ahí, por 30 años ininterrumpidos, y siempre estaba con mi familia, mi madre, mi hermana, mis amigos. (...) Mi vida nunca será la misma después de esto, por eso tengo que seguir adelante porque tengo que ayudar a todas las personas que tenga que ayudar".
El empresario manifestó sentirse "impotente", "destrozado" y que siente "mucho" lo que sucedió, algo que "nunca hubiese querido que pasara". Por eso, aún no descarta si volver a levantar o no el Jet Set en ese mismo sitio. "El tiempo irá poniendo las cosas en su lugar y ahí iremos viendo".