
Agentes de IA aprenden a negociar y socializar como los humanos

Un reciente estudio publicado en la revista Science Advances ha revelado que los agentes de inteligencia artificial (IA), específicamente los basados en grandes modelos de lenguaje (LLM, según sus siglas en inglés), pueden desarrollar espontáneamente habilidades sociales similares a las humanas. Los agentes de IA son 'softwares' capaces de recopilar datos para ejecutar posteriormente tareas de forma autónoma.
Investigadores de universidades del Reino Unido y Dinamarca observaron que, al interactuar en grupos sin intervención externa, las IA son capaces de establecer normas lingüísticas y sociales de manera autónoma, imitando comportamientos típicos de la sociedad humana.
En los experimentos se emparejaron aleatoriamente dos agentes de IA y se les pidió seleccionar un nombre de una lista de opciones. Si ambos elegían el mismo nombre, recibían una recompensa; si no coincidían, eran penalizados y se les mostraban las elecciones de su contraparte.
A pesar de tener memoria limitada y desconocer la existencia de un grupo más amplio, los agentes lograron establecer convenciones de nomenclatura consistentes en reflejar procesos similares a la evolución del lenguaje humano.
Influencia en las decisiones
En una fase final del experimento, pequeños grupos de agentes lograron influir en la adopción de nuevas convenciones por parte del grupo mayoritario, demostrando dinámicas de masa crítica similares a las observadas en las sociedades humanas. Estos hallazgos subrayan el potencial social de los sistemas de IA y ofrecen perspectivas valiosas para la seguridad y ética en la interacción humano-IA.

El autor principal del estudio, Ariel Flint Ashery, destacó que la mayoría de las investigaciones anteriores trataban a los LLM de forma aislada, mientras que este estudio demuestra que, en entornos con múltiples agentes interactuando, la IA puede coordinar su comportamiento formando convenciones, los bloques fundamentales de una sociedad.
El coautor Andrea Baronchelli añadió que estos comportamientos emergentes reflejan la profundidad de las implicaciones de esta nueva especie de agentes que comienzan a interactuar con nosotros y que codiseñarán nuestro futuro.