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Turistas hacen un escalofriante descubrimiento en una isla destino de la élite local
Los excursionistas hicieron su hallazgo en la isla estadounidense de Edisto, que en el pasado albergó un popular destino vacacional frecuentado por la élite local.
Un grupo de turistas hizo un escalofriante descubrimiento mientras paseaba por la isla estadounidense de Edisto, en Carolina del Sur, la semana pasada. Al principio, creyeron que habían dado con unos fósiles, pero luego se dieron cuenta de que lo que habían desenterrado eran en realidad huesos humanos, posiblemente provenientes de un asentamiento del siglo XIX.
Según reportó la Policía local, el lugar del hallazgo albergó hace unos 200 años el asentamiento de la playa de Edingsville, por lo que tiene gran significado histórico. Se cree que los restos pueden tener su origen en un cementerio "olvidado hace mucho tiempo".
Los huesos fueron transportados a la Universidad Médica de Carolina del Sur, donde se les practicará análisis forenses para buscar su identificación. Hasta ahora, no hay información oficial sobre su origen ni sobre las circunstancias alrededor de las muertes.
No es el primer descubrimiento de este tipo realizado en la zona. Anteriormente, se encontraron huesos y varios dientes unidos a un cráneo, que, según el análisis forense, databan de 1865 y 1870. También se suelen hallar objetos provenientes a casas, como ladrillos pulidos por el oleaje, trozos de hierro oxidado, vidrio y fragmentos de cerámica.
El lugar favorito de la élite local
La playa de Edingsville fue un popular destino vacacional durante la primera mitad del siglo XIX. En su época de apogeo, contaba con unas 60 casas, la mayoría de dos plantas y con impresionantes vistas al océano. También albergaba varias iglesias, un salón de billar, una escuela, barracas de pesca, edificios de servicio y cobertizos para botes. Era el lugar favorito de la élite de Edisto, según el sitio web de la isla, pero una serie de eventos lo dejaron completamente desolado.
Primero, las arenas movedizas y las fuertes mareas comenzaron a afectar a las viviendas. Antes de la Guerra Civil de EE.UU., el oleaje del Atlántico ya había arrastrado una veintena de casas, y durante el conflicto armado la zona quedó totalmente deshabitada. Al final de la contienda, solo se conservaban unas 40 propiedades.
En los años siguientes, la isla fue azotada por dos huracanes que arrasaron con lo que quedaba. Con el tiempo, la zona se convirtió en un interesante punto para exploradores y amantes de la historia, ya que en ella se suelen encontrar reliquias del pasado.
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