
Las personas más inteligentes suelen ser menos moralistas

Las personas con mayor capacidad cognitiva tienden a apoyar menos intensamente los valores morales, según una nueva investigación publicada en la revista Intelligence.
Este hallazgo, que se confirmó en dos estudios independientes en el Reino Unido, desafía la creencia popular de que las personas más inteligentes son también más éticas o tienen valores morales más sólidos. Por el contrario, los resultados sugieren que quienes poseen mayor inteligencia tienden a mostrar un menor apego general a los principios morales básicos, independientemente de su tipo.
Los seis principios intuitivos
El estudio se basó en la teoría de los fundamentos morales, que plantea que nuestros juicios morales se apoyan en seis principios intuitivos: cuidado, igualdad, proporcionalidad, lealtad, autoridad y pureza.

Los dos primeros se consideran "individualizadores" y están relacionados con la protección y la justicia, mientras que los cuatro restantes son "vinculantes" y refuerzan la cohesión social y el respeto a la tradición. Anteriormente, la relación entre inteligencia y moralidad era poco clara y presentaba resultados contradictorios.
Para aclarar esta relación, los investigadores realizaron dos estudios con más de 1.600 adultos británicos. Los participantes completaron cuestionarios sobre sus fundamentos morales y realizaron pruebas cognitivas que evaluaban su razonamiento verbal, numérico y abstracto.
Resultados
En ambos estudios se encontró que a mayor capacidad cognitiva, menor era el apoyo a los fundamentos morales, incluidos tanto los individualizadores como los vinculantes. En particular, se observó un vínculo más fuerte entre la inteligencia verbal y el rechazo a valores relacionados con la pureza.
Los autores sugieren que una mayor capacidad analítica puede llevar a las personas a cuestionar o reinterpretar las normas morales, reduciendo su dependencia de las intuiciones emocionales. Así, lejos de ser más "morales", las personas inteligentes podrían ser más escépticas y menos propensas a aceptar valores morales de forma automática.
Sin embargo, los investigadores advierten que el estudio no puede establecer una relación causal directa y destacan la necesidad de investigar en otras culturas y con métodos adicionales para confirmar estos resultados.
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