El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este miércoles que donó su salario y que entregó el monto a la Asociación Histórica de la Casa Blanca, que se encarga de dirigir las renovaciones que planea hacer el mandatario en la residencia oficial.
"Me enorgullece ser el único presidente (con la posible excepción del difunto y gran George Washington) en donar mi salario. Mi primer 'cheque de pago' fue para la Asociación Histórica de la Casa Blanca, mientras realizamos renovaciones muy necesarias en la hermosa 'Casa del Pueblo'", escribió en su red Truth Social.
En opinión de Trump, ahora mismo "se están llevando a cabo grandes mejoras y embellecimiento en la Casa Blanca, a niveles nunca vistos desde su creación original".
El pasado 1 de agosto, el mandatario comunicó a la prensa que planeaba hacer construir un enorme salón de baile. "Llevan más de 150 años queriendo un salón de baile en la Casa Blanca, pero nunca hubo un presidente que fuera bueno en salones de baile. Soy bueno construyendo cosas y vamos a construir rápido y a tiempo. Será hermoso, de primera, de primera calidad", sostuvo.
Pese al entusiasmo del político republicano, especialistas en preservación patrimonial han expresado sus dudas sobre la viabilidad de realizar cambios mayores en la emblemática edificación sin que se distorsione su carácter histórico.
Sobre este asunto, Richard Longstreth, historiador y profesor en la Universidad George Washington, declaró a The New York Times que la idea del salón de baile "podría perjudicar a la propiedad en general", al tiempo que lamentó la ausencia de "controles" y "contrapesos" que garantizaran que los cambios no atenten contra la integridad del edificio.