En el informe de la Comisión Europea de previsión estratégica para 2025, la promoción de una economía verde para hacer frente al cambio climático y defender el medio ambiente ha dado paso a iniciativas de defensa y desarrollo digital.
Aunque el documento, publicado esta semana, afirma que, aunque los efectos del cambio climático y la degradación medioambiental están empeorando más rápido de los previsto, es la seguridad la que se ha convertido en un elemento central en todas las políticas.
Así, las primeras tres áreas estratégicas en las que la UE concentrará sus esfuerzos son, afirmar la posición del bloque como un socio "fuerte, estable y fiable" a escala mundial, ampliar la seguridad interna y externa, desarrollando nuevas tecnologías y "aprovechando la sinergia ente civiles y militares", y asumir un papel de liderazgo en "una gobernanza global ética", aprovechando el poder de la tecnología y la investigación.
Finalmente, la agenda verde, que hace apenas unos años se posicionó como la ideología económica de la UE y la prioridad del bloque, ha quedado relegada a un cuarto lugar, con una iniciativa de "fortalecimiento de la resiliencia económica a largo plazo", aumentando la capacidad para lograr un "crecimiento sostenible e inclusivo".
En 2019, la UE aprobó el paquete de iniciativas Pacto Verde Europeo que subraya la necesidad de que todos los ámbitos políticos contribuyan a la lucha contra el cambio climático y la transición ecológica con el objetivo último de alcanzar la neutralidad climática. Sin embargo, en los últimos años, la Comisión Europea ha ido suavizando este enfoque, y cancelado varias regulaciones para proteger los intereses empresariales y militares.