Médicos de la ciudad palestina de Jan Yunís (sur de la Franja de Gaza) denunciaron que sus exámenes oficiales y observaciones de campo "indican claramente que Israel llevó a cabo asesinatos, ejecuciones sumarias y tortura sistemática contra muchos palestinos", según recogen sitios informativos de Oriente Medio.
Las autoridades gazatíes han recibido de Israel un total de 195 cadáveres, a través del Comité Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, desde que un alto el fuego entró en vigor el 10 de octubre. De ese total, solo 54 pudieron ser identificados y recibieron servicios funerarios, mientras que muchos más están mutilados o desmembrados, algo que dificulta enormemente su identificación.
El director de la Oficina de Prensa del enclave, Ismail Al-Thawabta, informó que en esos cuerpos se hallaron y documentaron ataduras de manos y pies con plástico, huellas de vendas en los ojos, quemaduras, fracturas y evidencia de haber sido atropellados por vehículos pesados e incluso tanques, entre otros signos de violencia. Varios informes forenses refieren a cadáveres recibidos con claros indicios de tortura y ejecución, incluyendo heridas de bala en la cabeza.
"Estos actos dan evidencia concluyente de ejecuciones en el campo", resumió el funcionario, llamando a la comunidad internacional y a la Corte Penal Internacional a investigar y responsabilizar por esos crímenes a Israel y a sus partidarios.
Documentación hallada dentro de cada bolsa para cadáveres indicaba que todos provenían de la base militar Sde Teiman, situada en el desierto del Néguev.
Muchas familias palestinas tratan de identificar los cadáveres de sus seres próximos a partir de sus rasgos físicos o la ropa que aún conservan, dado que la mayoría de los cuerpos fueron entregados por los israelíes sin nombre ni documentos, reporta la agencia turca Anadolu. La identificación se complica también por las consecuencias del bloqueo israelí, que lleva años, y la destrucción de laboratorios.
