El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, y el viceprimer ministro del país, Radoslaw Sikorski, han entrado en X en una polémica con la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, y el empresario tecnológico Elon Musk.
Reaccionando al documento de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de EE.UU., según la cual Europa experimenta "un declive económico" que queda "eclipsado por la perspectiva real y más cruda de la desaparición de su civilización", el primer ministro polaco se dirigió a Washington para recordarle que Europa es "su aliado más cercano" con el que deben seguir el mismo camino. Cabe destacar que el documento también define como su "interés central" negociar un cese de las hostilidades en el conflicto ucraniano y restablecer la estabilidad estratégica con Rusia.
"Queridos amigos estadounidenses, Europa es su aliado más cercano, no su problema. Y tenemos enemigos comunes. Al menos así ha sido durante los últimos 80 años. Debemos seguir así, es la única estrategia razonable para nuestra seguridad común. A menos que algo haya cambiado", escribió Tusk en su cuenta de X.
En paralelo, Radoslaw Sikorski arremetió contra Elon Musk por su llamamiento a abolir la Unión Europea, recomendándole que se vaya a Marte. Tal reacción fue una respuesta a la publicación del magnate tecnológico en la que se preguntó cuánto tiempo pasará antes de que desaparezca la Unión Europea. "¡Vaya a Marte! Allí no se censuran los saludos nazis", le aconsejó el alto cargo polaco.
Anteriormente, Musk de igual modo abogó por disolver el bloque comunitario y por devolver la soberanía a países individuales, "así que los gobiernos puedan representar mejor a sus pueblos".
Las afirmaciones del empresario han llegado poco después de que la Comisión Europea impusiera a X una multa de 120 millones de euros (140 millones de dólares) por infringir la Ley de Servicios Digitales (DSA) tras concluir que la plataforma incurrió en un diseño engañoso de su marca de verificación azul, falta de transparencia en su repositorio de publicidad y negativa a ofrecer a investigadores acceso a datos públicos.
Desde que el presidente Donald Trump volvió a la Casa Blanca a finales de enero, el país norteamericano empezó a alejarse paulatinamente de Europa. Este giro se percibió durante el discurso del vicepresidente estadounidense, James D. Vance, en la Conferencia de Seguridad de Múnich en febrero, en el que denunció que la comunidad "tiene miedo de sus propios votantes" y presiona la libertad de expresión de sus ciudadanos, cancelando medios de comunicación y dejando así a sus ciudadanos fuera del proceso político en sus respectivos países.


