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Rousseff quiere que las empresas extranjeras almacenen sus datos en Brasil
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha instado a su Gobierno a votar de inmediato un proyecto de ley que obligue a las empresas extranjeras a almacenar los datos sobre sus clientes brasileños en los servidores nacionales.
Rousseff piensa que esta iniciativa ayudará al país a protegerse del espionaje estadounidense y, de hecho, está considerando abordar el tema ante la próxima Asamblea General de Naciones Unidas y pedir a otros países que adopten medidas parecidas, dijo a Reuters un funcionario brasileño de alto rango.
"Esto marcaría un antes y un después para esas compañías", dijo el funcionario, poniendo como ejemplo a Facebook, Google Inc y Microsoft Corp, pero aclarando que no serían las únicas afectadas. "Si quieren trabajar aquí, van a tener que obedecer nuestras reglas", recalcó.
La regulación, que está siendo redactada por un legislador del izquierdista Partido de los Trabajadores de Rousseff y que debe estar lista la próxima semana, forzaría a las empresas extranjeras de Internet a tener centros de datos en Brasil y someterse a las leyes de privacidad del país. Actualmente, no existe ninguna ley que estipule cómo las compañías tienen que almacenar su información.
A tenor de los expertos, esta medida podría ser difícil de ejecutar, tanto por su alto coste, como por el carácter global de internet. No obstante, se trata de uno de los proyectos prioritarios que la presidenta pretende impulsar tras las revelaciones sobre el espionaje estadounidense en Brasil.
Esta es la segunda iniciativa relacionada con la actuación de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) en Brasil que la presidenta brasileña ha adoptado esta semana, después de que el pasado martes el país sudamericano suspendiera la compra de cazas estadounidenses.
Si quieren trabajar aquí, van a tener que obedecer nuestras reglas
"Esto marcaría un antes y un después para esas compañías", dijo el funcionario, poniendo como ejemplo a Facebook, Google Inc y Microsoft Corp, pero aclarando que no serían las únicas afectadas. "Si quieren trabajar aquí, van a tener que obedecer nuestras reglas", recalcó.
La regulación, que está siendo redactada por un legislador del izquierdista Partido de los Trabajadores de Rousseff y que debe estar lista la próxima semana, forzaría a las empresas extranjeras de Internet a tener centros de datos en Brasil y someterse a las leyes de privacidad del país. Actualmente, no existe ninguna ley que estipule cómo las compañías tienen que almacenar su información.
A tenor de los expertos, esta medida podría ser difícil de ejecutar, tanto por su alto coste, como por el carácter global de internet. No obstante, se trata de uno de los proyectos prioritarios que la presidenta pretende impulsar tras las revelaciones sobre el espionaje estadounidense en Brasil.
Esta es la segunda iniciativa relacionada con la actuación de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) en Brasil que la presidenta brasileña ha adoptado esta semana, después de que el pasado martes el país sudamericano suspendiera la compra de cazas estadounidenses.
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