El ejército de El Salvador se ofrece como alternativa a los pandilleros
El ejército de El Salvador se lanza al rescate de los jóvenes pandilleros. Un nuevo método de lucha contra la delincuencia organizada ha desatado una fuerte polémica en este país, después de que el presidente Mauricio Funes propusiera crear un Servicio Militar Obligatorio de Protección Civil que permita enrolar en el ejército a unos 6.000 jóvenes que de otra forma podrían ser captados por las 'maras' o pandillas callejeras, o ser amenazados por estos grupos.
“Confiamos en que esta nueva iniciativa tenga un gran impacto en materia de prevención de delitos y de la violencia en el país", anunció la semana pasada el mandatario, en su discurso por el segundo aniversario de su gobierno.
De “marero” a agente de seguridad en un año
De acuerdo con la iniciativa, la instrucción militar de los jóvenes duraría de seis a 12 meses, periodo durante el que los reclutas recibirían adiestramiento militar sin armas y aprenderían un oficio con vistas a “generar un cambio de conducta”, explicó Funes.
El ministro de Defensa, David Munguía, aclaró que durante los primeros seis meses los jóvenes practicarán deportes y aprenderán técnicas de primeros auxilios, y que después, en el segundo ciclo de adiestramiento, se centrarán en recibir una formación vocacional. Según los impulsores del proyecto, éste servicio permitirá la reinserción de los jóvenes en la sociedad. “Buscamos un servicio que les ayude a respetarse a sí mismos, a los ciudadanos y a su país”, afirmó Munguía.
No hay garantías de que los militares no colaboren con las bandas delictivas
Sin embargo, numerosos analistas dudan que el servicio militar obligatorio logre resolver el problema de la delincuencia. Sostienen que podría incluso generar un efecto inesperado que agravase aún más la situación, ya de por sí complicada, porque la inscripción en el ejército no garantiza que los militares vayan a ser ajenos a la delincuencia organizada. No en vano, en México la banda de los Zetas se formó a partir de agentes de élite.
Además, aún no se sabe cómo se organizará la selección de los participantes en el servicio de protección civil, ni tampoco de qué mecanismos se valdrá el ejército salvadoreño para evitar que estos jóvenes no sean maltratados en el seno de la institución castrense.
Los activistas de derechos humanos advierten que la iniciativa presidencial viola convenios internacionales firmados por El Salvador para evitar la participación de menores en conflictos armados.
El Salvador, uno de los países más mortíferos de la región
De acuerdo con un informe de la ONU, el denominado Triángulo Norte de Centroamérica, compuesto por Guatemala, El Salvador y Honduras, es la región más mortífera del mundo, con un índice de muertes violentas superior al de las zonas de guerra. Se calcula que el promedio diario de homicidios en El Salvador cuesta la vida a entre 11 y 16 personas. En los primeros tres meses de 2011, más de mil salvadoreños murieron a manos de delincuentes.
La situación se complica por el hecho de que las pandillas están bien financiadas y cuentan con capacidad operativa que en ocasiones es superior a la de las autoridades. El poder económico de estos grupos delictivos hace que cada vez más jóvenes se afilien a ellos: las bandas en los países del “Triángulo” contarían con al menos 70.000 menores de edad en sus filas, una cantidad que aumenta día a día.