El problema presupuestario perjudica el prestigio de EE. UU.
El tiempo se ha terminado y el Supercomité del Congreso de EE. UU. no ha logrado alcanzar un acuerdo después de que ha expirado la fecha límite para reducir el déficit presupuestario. Según los expertos, este conflicto político interior del país perjudica el prestigio de EE. UU. en el mundo, pues plantea dudas de "como un país como este no puede hacer un trabajo sencillo como arreglar el presupuesto".
Dos meses de negociaciones que no han conducido a nada
El plan de compromiso preveía la disminución de los gastos públicos en más de un billón de dólares en los próximos 10 años. Los demócratas han propuesto aumentar los impuestos para los norteamericanos con grandes ingresos y los republicanos han demandado recortes en la esfera social. Tras dos meses de negociaciones, los políticos han sido incapaces de conseguir su objetivo debido a las divergencias entre ambos partidos.
La necesidad de alcanzar este acuerdo apareció después de la aprobación de la ley sobre la subida del techo de la deuda, superada ya en 15 billones de dólares, a cambio de la reducción del déficit presupuestario. Esta iniciativa preveía que después de 13 meses entrarán en vigor las reducciones automáticas, repartidas entre Defensa y los servicios sociales.
Mientras tanto, según los analistas, con las reducciones automáticas no solo sufrirá el pueblo de EE. UU., sino también los ciudadanos de otros países pues los recortes perjudicarán el comercio exterior, la ayuda a estados extranjeros y las estructuras migratorias.
"Es una prueba de la incapacidad del Congreso de funcionar como aparato legislativo"
El profesor de Derecho Económico de la Universidad Internacional de Florida José Gabilondo considera que la falta de acuerdo demuestra la incapacidad del Congreso de funcionar como aparato legislativo.
"Dos partidos son incapaces de funcionar como debe funcionar un aparato legislativo. Estos conflictos políticos le quitan prestigio político mundial a Estados Unidos y yo creo que crean dudas en la mente de muchas personas que no entienden como un país como este no puede hacer un trabajo sencillo como arreglar el presupuesto", asevera el experto.
"Por otra parte cómo afectaría a los que viven en este país, desafortunadamente me parece que quienes sufrirán más somos los más vulnerables porque tarde o temprano lo que vamos a ver son recortes presupuestarios. Y estos recortes van a caer en los servicios sociales. De forma que lo que temo, lo que me preocupa es que a raíz de esta crispación quienes van a sufrir más son aquellas personas que dependen de un estado de bienestar, un estado que pueda hacer frente a sus obligaciones".
En 13 meses que quedan hasta que entren en vigor los recortes automáticos, el Congreso todavía tiene la posibilidad de aprobar un plan de compromiso del ajuste del déficit y evitar este escenario. El lunes pasado Barack Obama expresó la esperanza de que esto se haga realidad. Pero de momento en Washington sigue reinando la incertidumbre.