Actualidad
Refugiados iraquíes en Siria vuelven a perder su hogar
Irak ha abierto sus fronteras para los refugiados sirios que huyen del conflicto civil en el país, pero también recibe a sus propios ciudadanos que anteriormente habían ido a Siria para escapar de la guerra.
Abu Muhammed, un residente de Damasco de origen iraquí, llegó a Siria hace unos diez años para escapar de la violencia en su país. Hoy, hace las maletas para abandonar su nuevo hogar azotado por los ataques de los grupos armados: “Siento mucho lo que está pasando en Siria. Cuando los terroristas atacaron Irak, este país nos aceptó con los brazos abiertos. Se convirtió en nuestra segunda casa, pero ahora lo han transformado en el segundo Irak”, dice.
Sin embargo, no todos en Siria tienen el mismo miedo. Anam Mohammad Ali no piensa abandonar el país y cree que este es una nación común y corriente, que como todas tiene sus pros y sus contras. Su mejor amiga es siria y afirma que la quiere como hermana y permanecerá en el país pase lo que pase. “En este país hay mezquitas y discotecas, hay sunitas y chiitas, cristianos y ateos. Todos son libres de elegir y eso debe quedarse así”, destaca la joven.
Y en ese contexto de discrepancias religiosas entra en escena un poderoso grupo terrorista con ideología sunita: Al Qaeda. Muchos residentes sirios están convencidos de que esta organización pretende sembrar el pánico junto con la oposición. Abu Muhammed asegura que Al Qaeda no estaría presente en Siria sin el apoyo de EE.UU.: “Me gustaría decir a toda la buena gente de EE.UU. que no crean en sus líderes”. Recuerda que en Irak, nueve años después de la guerra, todavía no hay electricidad o agua corriente y la gente es asesinada: “Solamente necesitamos que Estados Unidos nos deje solos y así viviremos en paz”.
Sin embargo, no todos en Siria tienen el mismo miedo. Anam Mohammad Ali no piensa abandonar el país y cree que este es una nación común y corriente, que como todas tiene sus pros y sus contras. Su mejor amiga es siria y afirma que la quiere como hermana y permanecerá en el país pase lo que pase. “En este país hay mezquitas y discotecas, hay sunitas y chiitas, cristianos y ateos. Todos son libres de elegir y eso debe quedarse así”, destaca la joven.
Las discrepancias religiosas agravan el conflicto
Pero el panorama no es tan tolerante como lo pinta Anam. Precisamente la presencia de numerosos grupos religiosos y sobre todo las divergencias entre sunitas y chiitas han desembocado en una creciente violencia. Según varias fuentes, miles de musulmanes chiitas están en peligro de ser masacrado por el Ejército Libre de Siria y sus aliados.Y en ese contexto de discrepancias religiosas entra en escena un poderoso grupo terrorista con ideología sunita: Al Qaeda. Muchos residentes sirios están convencidos de que esta organización pretende sembrar el pánico junto con la oposición. Abu Muhammed asegura que Al Qaeda no estaría presente en Siria sin el apoyo de EE.UU.: “Me gustaría decir a toda la buena gente de EE.UU. que no crean en sus líderes”. Recuerda que en Irak, nueve años después de la guerra, todavía no hay electricidad o agua corriente y la gente es asesinada: “Solamente necesitamos que Estados Unidos nos deje solos y así viviremos en paz”.
comentarios