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Experto: "La gente se está dando cuenta de que está totalmente vigilada"
Más de la mitad de los estados de EE.UU. proporcionan a las agencias de seguridad acceso a bases de datos fotográficas con imágenes de unos 120 millones de personas, lo que suscita fuertes críticas entre los defensores de las libertades.
Oficialmente el objetivo de permitir el acceso a esta información es la prevención de fraudes con documentos como el carné de conducir. La tecnología para hacerlo ha llegado a EE.UU. después de haberse empleado en Irak y Afganistán para identificar a los insurgentes comparando sus imágenes con las de las bases de datos.
Pero en EE.UU. este procedimiento recibe muchas críticas, no solo por la violación de la privacidad que supone y porque no establece límites entre delincuentes y ciudadanos inocentes, sino también por la facilidad con que se puede acceder a los informes y por los múltiples fallos del sistema. Por ejemplo, al introducir en el programa la foto de un hombre blanco de mediana edad, el sistema encuentra coincidencias con mujeres negras, ya que la búsqueda solo se basa en rasgos faciales.
En las últimas semanas la sociedad se está dando cuenta de que las autoridades pueden acceder a cualquier información, señala Raúl Hinojosa, profesor de la Universidad de California. "Se están dando cuenta, muchos por primera vez, de que ya no hay privacidad", sostiene.
Los derechos constitucionales limitan las maneras en las que se puede utilizar la información. "Pero cada vez se está volviendo más complicado, porque la tecnología es mucho más poderosa que nunca", admite el experto.
Pero en EE.UU. este procedimiento recibe muchas críticas, no solo por la violación de la privacidad que supone y porque no establece límites entre delincuentes y ciudadanos inocentes, sino también por la facilidad con que se puede acceder a los informes y por los múltiples fallos del sistema. Por ejemplo, al introducir en el programa la foto de un hombre blanco de mediana edad, el sistema encuentra coincidencias con mujeres negras, ya que la búsqueda solo se basa en rasgos faciales.
En las últimas semanas la sociedad se está dando cuenta de que las autoridades pueden acceder a cualquier información, señala Raúl Hinojosa, profesor de la Universidad de California. "Se están dando cuenta, muchos por primera vez, de que ya no hay privacidad", sostiene.
Los derechos constitucionales limitan las maneras en las que se puede utilizar la información. "Pero cada vez se está volviendo más complicado, porque la tecnología es mucho más poderosa que nunca", admite el experto.
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