Las células madre abren los ojos a la ciencia: ¿adiós a la ceguera genética?
Hasta ahora todas las operaciones de trasplante de córnea podían realizarse solo mediante el uso de material biológico de personas muertas. Pero gracias a este proyecto, posible gracias a la aplicación de células madre criadas por el Servicio Nacional Escocés de Transfusión de Sangre, podría no necesitarse donantes.
La grave enfermedad de Paton se traduce en la ausencia de iris, disminución de la agudeza visual en un 10% y fotofobia. Durante el procedimiento quirúrgico le quitaron tejidos muertos de la córnea, método genérico en operaciones con células madre, y le eliminaron la catarata. Después los doctores colocaron las células madre sobre las células del ojo que permanecían sanas.
Al ser implantadas junto a los tejidos sanos, las células madres empiezan a desarrollar una córnea sana. El problema radica en el hecho de que el proceso es muy lento: se supone que puede durar unos 12 meses.
Como Paton fue operada en febrero pasado, ni los médicos ni la paciente saben si el procedimiento será efectivo.
El estudio abarca a otros 18 pacientes, ocho de los cuales ya han pasado por un trasplante de células madre. Otros diez de ese mismo grupo serán tratados con métodos tradicionales, lo que permitirá a los científicos evaluar los resultados y logros de su método.
En caso de éxito, los escoceses revolucionarán el tratamiento de la ceguera generada por culpa de la córnea dañada -la segunda causa mundial de ausencia de visión después de catarata- que padecen unos 20 millones personas en el mundo.