Ferran Adrià presenta sus nuevos proyectos de cara al cierre de 'El Bulli'
Una fundación de creatividad culinaria es el nuevo reto de Ferran Adrià, el fundador del restaurante ‘El Bulli’, que lleva estimulando los sentidos del público más refinado durante los últimos 25 años. Arrancó la que será la última temporada del restaurante antes de convertirse en una fundación que será el legado de Ferran Adrià y la prueba de que sigue presente el espíritu 'bulliniano' revolucionario en el mundo de la cocina.
"El logro más importantes de 'El Bulli' es que va a continuar. Llevamos 25 años haciendo vanguardia. El éxito es que continúe", ha dicho en declaraciones a EFE Ferran Adrià, aclamado en 2010 como el mejor cocinero de la década y considerado por muchos como el mejor chef de la historia.
"Este será el próximo reto, que incluso después de nosotros, el restaurante siga", ha aseverado Adrià, que considera que estos siete meses de temporada, hasta el 31 de julio de 2011, son únicamente el final de una etapa antes de un nuevo proyecto que empieza y ante el que asegura que están todos "muy emocionados".
Paralelamente, los hermanos Ferran y Albert Adrià han abierto el 11 de enero en Barcelona un nuevo local, la coctelería ‘41º’, a la que en unas semanas acompañará el bar ‘Tickets’, en el que ofrecerán, en versión "tapa", algunos de los platos que les han hecho mundialmente conocidos desde el restaurante 'El Bulli'.
Albert Adrià ha explicado a la agencia EFE que la coctelería '41º' y el bar 'Tickets', ubicados uno al lado del otro en la popular avenida del Paral·lel de Barcelona, "estarán conectados para ofrecer una feria gastronómica en la que por un lado se creará un diálogo entre el cóctel y los 'snacks' y por otro se ofrecerán estas tapas de cocina creativa".
Según el chef, será un espacio de "tapeo informal", porque los hermanos no quieren convertirlo en un restaurante grande que pierda personalidad.
En el ‘Tickets’ los cocineros estarán a la vista y el interior del local estará distribuido como una feria de pueblo con varias barras, cada una con una propuesta propia.
La idea es que el cliente pague en torno a 50 o 60 euros. ¿La carta? Se podrá comer salsa de tomate al mortero con cortezas de cerdo, talos del País Vasco con chistorra, tortos asturianos, chicharrones inspirados en el Mantecas de Cádiz o el famoso jamón de toro de El Bulli.
"Queremos que los clientes nos guíen en el camino a seguir. Les ofreceremos diversas propuestas para comer desde mariscadas hasta montaditos como si fuera un sushi a la española y con una propuesta de postres interesante en un proyecto pensado a medio plazo", dijo Adrià.