Sociedad
Dime qué calzas y te diré quién eres
El calzado que llevamos puede revelar nuestros secretos y las peculiaridades de nuestra personalidad, según un estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Kansas.
En el experimento participaron 208 voluntarios que tenían que rellenar un formulario sobre su personalidad y presentar el par de zapatos que llevan más a menudo. Asimismo, en la investigación tomaron parte 63 estudiantes que tenían que establecer el sexo, la edad y el estatus social del dueño del calzado que se les mostraba en una foto. Además los estudiantes tenían que deducir algunas particularidades psicológicas del dueño de los zapatos, como si es extravertido o introvertido, cuál es su grado de estabilidad emocional, etc.
El resultado fue que en la mayoría de los casos los participantes del estudio adivinaron la edad, el sexo y el estatus social de los voluntarios por sus zapatos y, algo quizás más inesperado, también tuvieron éxito en determinar el grado de estabilidad emocional de estas personas.
Algunos factores eran fáciles de adivinar. Así, por ejemplo, el calzado caro revela una buena posición económica de su dueño, mientras que los zapatos de colores llamativos pertenecen a personas extravertidas. Los zapatos que no son nuevos pero se encuentran en un estado impecable pertenecen a personas concienzudas.
Otras pistas ya no eran tan obvias. Los botines son una señal de la agresividad de la persona que los lleva, mientras que los zapatos que parecen incómodos suelen pertenecer a personas tranquilas. Las personas que tienden al pensamiento liberal usan zapatos menos caros y más desaliñados.
En cuanto a la estabilidad emocional, el estudio reveló que el calzado más aburrido pertenecía a personas que tienen problemas a la hora de establecer relaciones personales. Los pensamientos represivos de estas personas, al igual que la poca importancia que le dan a la opinión pública, son los factores que contribuyen a su elección al comprarse los zapatos.
Los que se preocupan por las relaciones que tienen con otra gente y por la impresión que producen en otras personas, en cambio, optan por zapatos de marca y los cuidan bien.
Así que, ¡cuidado! Piénsenselo dos veces antes de ponerse su par de zapatos favoritos, ya que pueden ´contar´ más sobre su personalidad de lo que podría imaginar.
El resultado fue que en la mayoría de los casos los participantes del estudio adivinaron la edad, el sexo y el estatus social de los voluntarios por sus zapatos y, algo quizás más inesperado, también tuvieron éxito en determinar el grado de estabilidad emocional de estas personas.
Algunos factores eran fáciles de adivinar. Así, por ejemplo, el calzado caro revela una buena posición económica de su dueño, mientras que los zapatos de colores llamativos pertenecen a personas extravertidas. Los zapatos que no son nuevos pero se encuentran en un estado impecable pertenecen a personas concienzudas.
Otras pistas ya no eran tan obvias. Los botines son una señal de la agresividad de la persona que los lleva, mientras que los zapatos que parecen incómodos suelen pertenecer a personas tranquilas. Las personas que tienden al pensamiento liberal usan zapatos menos caros y más desaliñados.
En cuanto a la estabilidad emocional, el estudio reveló que el calzado más aburrido pertenecía a personas que tienen problemas a la hora de establecer relaciones personales. Los pensamientos represivos de estas personas, al igual que la poca importancia que le dan a la opinión pública, son los factores que contribuyen a su elección al comprarse los zapatos.
Los que se preocupan por las relaciones que tienen con otra gente y por la impresión que producen en otras personas, en cambio, optan por zapatos de marca y los cuidan bien.
Así que, ¡cuidado! Piénsenselo dos veces antes de ponerse su par de zapatos favoritos, ya que pueden ´contar´ más sobre su personalidad de lo que podría imaginar.
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