Sociedad
La seguridad mundial, amenazada por la escasez de agua
La creciente escasez de agua constituye una amenaza para la seguridad y el desarrollo de numerosos países. Así lo advierten expertos que instan a la ONU a que éste sea un tema de análisis prioritario en el Consejo de Seguridad.
El informe, titulado 'La crisis global del agua: encarando un urgente tema de seguridad', fue elaborado por el Consejo de InterAcción (IAC, por sus siglas en inglés), un grupo de 40 ex jefes de Estado.
El texto advierte que antes de 2030 India y China no tendrán suficiente agua potable para satisfacer sus necesidades y asegura que la escasez generará conflictos y empeorará la inestabilidad en el África subsahariana, Asia occidental y el norte de África.
“Usar el agua de la manera en que lo hicimos en el pasado simplemente no será sostenible”, señaló Jean Chrétien, copresidente del IAC.
Para 2025, el mundo tendrá que alimentar a cerca de 1.000 millones de 'bocas' más, con lo que el sector agrícola por sí solo necesitará cada año una cantidad de agua adicional equivalente al flujo anual de 20 ríos Nilo y 100 ríos Colorado, explica el estudio.
Mientras tanto, el sector de la energía tendrá que competir por los limitados recursos hídricos con otros sectores que también consumen agua, lo que impactará en el desarrollo.
El informe insta a que tanto las naciones como las instituciones internacionales adopten medidas de conservación, reutilización y protección del agua e inviertan en infraestructuras para asegurar servicios. Sin embargo, muchos activistas no consideran que este tipo de medidas vayan a solucionar el problema de raíz.
Una de estas activistas es la presidenta nacional de la organización cívica Consejo de Canadienses (la más importante de aquel país), Maude Barlow, quien aplaude “la atención que le han dado esos líderes mundiales a la crisis global del agua”, de acuerdo con la Agencia de Noticias Inter Press Service.
Barlow apoya las recomendaciones del informe., pero considera que el texto no reconoce cuál es realmente el problema.
En el documento, según Barlow, no aparece que “la demanda exponencial de agua está directamente unida al estilo de vida consumista alimentado por la globalización”. “El crecimiento económico incontrolado, el libre comercio desregulado y la gobernanza corporativa son”, en su opinión, “las mayores amenazas al agua”.
“Solo habrá seguridad de agua en el futuro si esta es declarada un patrimonio común y un bien público, administrado equitativamente para el bien de todos”, afirmó la activista.
El texto advierte que antes de 2030 India y China no tendrán suficiente agua potable para satisfacer sus necesidades y asegura que la escasez generará conflictos y empeorará la inestabilidad en el África subsahariana, Asia occidental y el norte de África.
“Usar el agua de la manera en que lo hicimos en el pasado simplemente no será sostenible”, señaló Jean Chrétien, copresidente del IAC.
Para 2025, el mundo tendrá que alimentar a cerca de 1.000 millones de 'bocas' más, con lo que el sector agrícola por sí solo necesitará cada año una cantidad de agua adicional equivalente al flujo anual de 20 ríos Nilo y 100 ríos Colorado, explica el estudio.
Mientras tanto, el sector de la energía tendrá que competir por los limitados recursos hídricos con otros sectores que también consumen agua, lo que impactará en el desarrollo.
¿Cómo actuar ante este creciente problema?
El informe insta a que tanto las naciones como las instituciones internacionales adopten medidas de conservación, reutilización y protección del agua e inviertan en infraestructuras para asegurar servicios. Sin embargo, muchos activistas no consideran que este tipo de medidas vayan a solucionar el problema de raíz.
Una de estas activistas es la presidenta nacional de la organización cívica Consejo de Canadienses (la más importante de aquel país), Maude Barlow, quien aplaude “la atención que le han dado esos líderes mundiales a la crisis global del agua”, de acuerdo con la Agencia de Noticias Inter Press Service.
Barlow apoya las recomendaciones del informe., pero considera que el texto no reconoce cuál es realmente el problema.
En el documento, según Barlow, no aparece que “la demanda exponencial de agua está directamente unida al estilo de vida consumista alimentado por la globalización”. “El crecimiento económico incontrolado, el libre comercio desregulado y la gobernanza corporativa son”, en su opinión, “las mayores amenazas al agua”.
“Solo habrá seguridad de agua en el futuro si esta es declarada un patrimonio común y un bien público, administrado equitativamente para el bien de todos”, afirmó la activista.
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