Sociedad
Un turista de EE.UU. podría ser ejecutado en Corea del Norte
Corea del Norte podría condenar a la pena de muerte a un ciudadano estadounidense (aunque nacido en Corea del Sur) y detenido el pasado mes de noviembre por cometer presuntamente “crímenes encaminados a derrocar al régimen” de Pyongyang.
Kenneth Bae, un operador turístico afincado en el estado de Washington, viajó el pasado noviembre con un grupo turístico de hombres de negocios desde la localidad china de Yanji hasta la zona económica especial norcoreana de Rason, donde fue detenido y acusado de haber cometido “actos hostiles” contra Pyongyang.
El pasado sábado, la agencia norcoreana de noticias KCNA informó que Corea del Norte ya terminó la investigación del caso y que el propio estadounidense admitió su culpabilidad y los cargos, por los que podría afrontar una sentencia a pena de muerte.
En cuanto a las razones de la detención, defensores de los derechos humanos de Corea del Sur creen que los funcionarios norcoreanos de seguridad podrían haber detenido a Bae por las imágenes de huérfanos que tomó en el país durante su viaje y que guardó en su ordenador.
Le han visitado oficiales de la embajada de Suecia, que representa los intereses de los ciudadanos de EE.UU. porque Washington no mantiene relaciones diplomáticas con Pyongyang. En enero un ex embajador del país norteamericano ante la ONU, Bill Richardson, también trató de ver al detenido durante un viaje privado a Corea del Norte, pero la visita fue rechazada por el Gobierno norcoreano.
La KCNA informó también que el crimen de Bae fue "claramente demostrado por las evidencias" sin ofrecer más detalles sobre el caso. Tampoco especificó cuándo comenzará el juicio del estadounidense. Bajo el código penal de Corea del Norte, se requiere que los fiscales presenten una acusación formal diez días después de la finalización de una investigación, mientras que Bae no tendrá derecho a apelar la decisión del tribunal si este le declara culpable.
En respuesta, el Departamento de Estado de EE.UU. reiteró que la seguridad de los ciudadanos estadounidenses en el extranjero es una "prioridad fundamental" e indicó que actualmente está trabajando con la embajada de Suecia en Pyongyang para resolver el caso.
El pasado sábado, la agencia norcoreana de noticias KCNA informó que Corea del Norte ya terminó la investigación del caso y que el propio estadounidense admitió su culpabilidad y los cargos, por los que podría afrontar una sentencia a pena de muerte.
En cuanto a las razones de la detención, defensores de los derechos humanos de Corea del Sur creen que los funcionarios norcoreanos de seguridad podrían haber detenido a Bae por las imágenes de huérfanos que tomó en el país durante su viaje y que guardó en su ordenador.
Le han visitado oficiales de la embajada de Suecia, que representa los intereses de los ciudadanos de EE.UU. porque Washington no mantiene relaciones diplomáticas con Pyongyang. En enero un ex embajador del país norteamericano ante la ONU, Bill Richardson, también trató de ver al detenido durante un viaje privado a Corea del Norte, pero la visita fue rechazada por el Gobierno norcoreano.
La KCNA informó también que el crimen de Bae fue "claramente demostrado por las evidencias" sin ofrecer más detalles sobre el caso. Tampoco especificó cuándo comenzará el juicio del estadounidense. Bajo el código penal de Corea del Norte, se requiere que los fiscales presenten una acusación formal diez días después de la finalización de una investigación, mientras que Bae no tendrá derecho a apelar la decisión del tribunal si este le declara culpable.
En respuesta, el Departamento de Estado de EE.UU. reiteró que la seguridad de los ciudadanos estadounidenses en el extranjero es una "prioridad fundamental" e indicó que actualmente está trabajando con la embajada de Suecia en Pyongyang para resolver el caso.
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