Arrestan a líder de una mafia italiana en Francia y a su número dos en España
Marco Raduano, uno de los líderes de un clan que pertenece a la mafia italiana Società Foggiana, fue arrestado este jueves en Aléria (Córcega, Francia), dos días después de que su número dos, Gianluigi Troiana, fuera detenido en Otura (Granada, España), informan medios locales.
Italian mafia boss Marco Raduano (L), who escaped from a maximum security prison in 2023, was arrested in France's Corsica, while his right-hand man Gianluigi Troian, was arrested in Spain's Granada pic.twitter.com/CdWka7DVJU
— TRT World Now (@TRTWorldNow) February 2, 2024
Jean-Jacques Fagni, fiscal del Tribunal de Apelación de Bastia, explicó que Raduano —que es descrito como "peligroso" en la página web de personas más buscadas de la Unión Europea— fue visto en la zona de Lucciana durante el día antes de su arresto por la unidad de investigación de la gendarmería.
"Se había fugado de la cárcel en Italia hace varios meses. No sabemos cuánto tiempo llevaba en Córcega", precisó. "Esta operación es fruto de la buena cooperación entre las autoridades judiciales europeas y francesas. Es la culminación de un trabajo de vigilancia y localización", añadió.
Será extraditado a Italia
Asimismo, indicó que se encuentra detenido en las dependencias de la gendarmería de Borgo en el marco de una orden de detención relativa a la ejecución de una orden de detención europea. Una vez comparezca ante un juez, será extraditado a Italia.
A finales de febrero de 2023, Raduano se fugó de una cárcel de la región italiana de Cerdeña, en la que estaba sometido a un "régimen de alta seguridad", después de escalar el muro de la prisión utilizando varias sábanas atadas entre sí.
El hombre había sido condenado a 24 años de prisión acusado ser el cabecilla de la mencionada organización criminal, dedicada al tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y otros delitos graves, así como por estar implicado en dos asesinatos.
Por su parte, Troiana se encontraba en paradero desconocido desde hacía tres años, después de haber huido de su arresto domiciliario mientras cumplía una pena de nueve años y dos meses. Era considerado como uno de los fugitivos más peligrosos del país.