Veterinarios en la capital rusa lograron salvar la vida de una iguana gigante que se fracturó dos dedos durante una pelea con su propio reflejo, según informó la Asociación Estatal de Veterinaria de Moscú.
Se trata de Esmeralda, una iguana de 1,5 metros de largo con una lesión que permaneció oculta para sus dueños durante unas tres semanas, lo que resultó en que la única opción fuera amputarle los dedos para evitar la necrosis.
La doctora Nadezhda Kuzina explicó que estos comportamientos son comunes en estos reptiles durante la época de apareamiento, ya que confunden su reflejo con un rival. Para evitarlos, es recomendable cubrir los espejos. Esmeralda, de 5 años, ya se encuentra en recuperación y espera un próximo chequeo en un mes.