Estados Unidos está listo para comenzar una nueva fase de operaciones contra Venezuela en los próximos días, informó Reuters citando a cuatro funcionarios estadounidenses.
La agencia señala que no pudo establecer los plazos y escalas exactos de las nuevas operaciones ni si el presidente estadounidense, Donald Trump, ha tomado una decisión final para actuar. Dos fuentes del medio indicaron que dichas acciones secretas probablemente se dirijan contra el líder venezolano, Nicolás Maduro. También apuntaron que las opciones consideradas incluyen un intento de "derrocar" al presidente.
La agencia también confirmó la existencia de negociaciones entre Caracas y Washington, aunque no añadió si estas podrían influir en las decisiones de EE.UU.
La agresión de EE.UU. en síntesis
Despliegue militar: desde agosto pasado, EE.UU. mantiene desplegada una fuerza militar significativa frente a las costas de Venezuela, justificándola como parte de la lucha antidrogas.
Operativos letales: el país norteamericano ha realizado bombardeos contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes, con un saldo de más de 70 personas muertas y sin pruebas de que realmente traficaran con estupefacientes.
Acusaciones y recompensa: Washington ha acusado sin fundamento a Maduro de liderar un cártel de narcotráfico y ha duplicado la recompensa por su captura.
Postura venezolana: Frente a las acusaciones estadounidenses, las autoridades venezolanas han articulado una respuesta unificada que rechaza el marco de confrontación bilateral y denuncia que se trata de una campaña de agresión multilateral. Maduro calificó las acciones de Washington como una campaña de desprestigio contra su administración para "justificar cualquier cosa" contra la nación bolivariana. Afirmó que esta estrategia busca manchar la imagen de Venezuela y su revolución como pretexto para las agresiones, algo que "han hecho muchas veces".
Asimismo, Maduro denuncia que el objetivo real de EE.UU. es un "cambio de régimen" para apoderarse de las inmensas riquezas petroleras y gasísticas de Venezuela.
Falta de sustento: organismos como la ONU y la propia Administración de Control de Drogas de EE.UU. (DEA) señalan que Venezuela no es una ruta principal para el narcotráfico hacia EE.UU., ya que más de 80 % de las drogas utilizan la ruta del Pacífico.
Condena internacional: Rusia, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y los Gobiernos de Colombia, México y Brasil han condenado las acciones estadounidenses. Expertos califican los ataques a embarcaciones como "ejecuciones sumarias" que violan el derecho internacional.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, María Zajárova, afirmó que Moscú se opone al uso de la fuerza por parte de Estados Unidos contra Venezuela. "La lucha contra las drogas no debe usarse como herramienta de presión contra Estados soberanos. Nos oponemos al uso de la fuerza para interferir en los asuntos internos", dijo.
"La solución eficiente podría encontrarse en los esfuerzos colectivos y en los mecanismos legales internacionales, y naturalmente abandonando esta presión militar a gran escala que el Pentágono ha estado ejerciendo. Esto va mucho más allá de los objetivos declarados por la parte estadounidense y socava la soberanía de Venezuela", agregó.



